Invertir en un departamento o casa es una de las mejores decisiones financieras y la clave está en el ahorro.
Pensar en adquirir un inmueble parece imposible cuando eres joven, recién egresado y no cuentas con la liquidez suficiente que piden los préstamos hipotecarios, por ello debes plantearlo como una meta que requerirá de mucho esfuerzo, disciplina y organización.
AHORRA TODO LO QUE PUEDAS
Te costará un poco de trabajo acostumbrarte a guardar un porcentaje de tus ingresos, así que empieza por una cantidad pequeña y sé constante. Una vez que lo hayas vuelto un hábito será momento de incrementar el presupuesto destinado a tu ahorro.
Si aún vives con tus papás será conveniente que abras una cuenta de banco para depositar mensualmente el 30% de lo que ganas, lo cual equivaldría al costo de una renta. Recuerda que este dinero será la mejor inversión.
BUSCA UN LUGAR EN ZONAS DE TRANSICIÓN
El sueño de cualquier persona es vivir en un lugar céntrico, es decir, un sitio que quede cerca de tu trabajo, centros comerciales y que tenga una amplia oferta gastronómica, cultural y de recreación; sin embargo, estas zonas, por su popularidad, son más caras.Así que la recomendación es buscar una zona de transición, es decir, aquella que colinda con las zonas de mayor demanda, pero ya no está exactamente en el centro.
PIENSA EN LA PROVINCIA
Es cierto que el 85% de las propiedades ubicadas en provincia son más baratas y una excelente inversión para la compra de casas de descanso que después pueden rentarse.
NO DESCARTES LOS TERRENOS NI LAS CASAS USADAS
Si después de un tiempo de ahorro tu presupuesto aún es limitado, no te desanimes, alguno de los terrenos en venta que existen en todo el país sería otra forma de invertir. Hay lotes hasta por 200, 000 pesos.
También puedes adquirir una casa usada para remodelarla y venderla, o rentarla apoyándote de la tecnología en plataformas que te permiten hacerlo de forma segura, de modo que sea un negocio redituable que simbolice estabilidad en tu futuro o simplemente un extra.